La educación integral abarca todas las dimensiones de la persona: la intelectual, emocional y afectiva, la social, la moral y la física. Todas ellas deberían ser contempladas en la tarea educativa y es precisamente la orientación la que completa la labor didáctica y la eleva a la categoría de educación.
La finalidad de la intervención en orientación y apoyo escolar es, por un lado, reorganizar los patrones individuales de aprendizaje que no han sido válidos para el alumno hasta el momento y, por otro lado, que cada alumno emplee nuevas estrategias de aprendizaje que potencien el propio rendimiento.
En definitiva, aportamos a cada alumno nuevas herramientas en su proceso de aprendizaje de tal forma que pueda aplicarlas a otras áreas académicas y a su propio desarrollo evolutivo y le sean de utilidad en posteriores aprendizajes.